La reciente crisis en el gabinete de la alcaldesa Johana Aranda ha sido objeto de todo tipo de análisis en el mundillo político-administrativo. Que si se trata de un rompimiento con el exalcalde Andrés Hurtado; que si es el preludio de un definitivo grito de independencia de la mandataria; que si es una estratagema del hurtadismo previo a las elecciones…
Fuentes de Francopinadores muy cercanas a la alcaldesa Johana Aranda confirmaron que las recientes salidas de funcionarios clave de la administración no fueron consultadas con el exalcalde. Se trató de una decisión unilateral de Aranda, cuya única consideración fue el desempeño de los servidores a quienes les aceptó la renuncia.
Sin embargo, es claro que se trata de personas muy cercanas a Hurtado, por lo que la conclusión obvia es que, en estos momentos, hay un distanciamiento —o por lo menos una relación fría— entre Aranda y Hurtado. De hecho, se sabe que, desde que se anunciaron los movimientos, no ha habido comunicación entre ambos.
Francopinadores también conoció que vienen más cambios, los cuales la alcaldesa está analizando en estos momentos. En la lista se encuentra una gerencia, algunos directores y, por qué no, un secretario de despacho. Para ello tendrá en cuenta el rendimiento de sus colaboradores, pero ante todo, la lealtad con la que han actuado frente al gobierno. Dicho de otra manera, Aranda podría estar dando un golpe sobre el escritorio, mostrándole a sus funcionarios —y a la ciudad— que ella es quien toma las decisiones.
Fuego ‘amigo’
Hace unos días, la emisora Ecos del Combeima publicó un sondeo de opinión en el que se le pedía a la ciudadanía que calificara a los peores funcionarios de la alcaldía. Al principio, la lista la encabezaban los servidores cercanos a Andrés Hurtado. Sin embargo, de manera sorpresiva, la votación cambió y el deshonroso “premio” se lo llevó Margarita Cifuentes, secretaria Administrativa, muy cercana a la alcaldesa.
Lo que llamó la atención fueron los votantes: en su gran mayoría, del equipo político hurtadista. El listado ya le fue dado a conocer a la burgomaestre, quien el fin de semana anterior lo estuvo revisando, al considerar esa acción como un acto de deslealtad hacia ella y hacia el propio gobierno.
Adicionalmente, algunos de los funcionarios a quienes les ha dado una segunda oportunidad recibieron un ultimátum de la mandataria, quien les recordó que deben concentrarse en el trabajo y no en prematuras candidaturas: “Quien tenga aspiraciones —que desde luego son legítimas— que renuncie y se vaya a hacer política”, les expresó.
Como sea, el último capítulo de esta crisis y de la relación de la alcaldesa con su exjefe aún no se ha escrito.