La política colombiana da para todo, hasta para poner de moda a Los Pitufos, la famosa serie de dibujos animados de los años 80 que disfrutamos en nuestra niñez. Sinembargo, lo que muchos no saben es que el programa se parece más de lo que podríamos imaginar, a nuestra clase dirigente y que su creador anticlerical consideraba al comunismo como el sistema ideal.
Cada uno de los personajes representa un pecado capital. Tenemos entonces a Pitufo vanidoso (soberbia); Pitufo Goloso (gula); Perezoso; Gruñón (ira); Fortachón (avaricia); Filósofo (envidia) y Pitufina que representa la Lujuria. Interesante, no? Pero las cosas no terminan ahí. Quienes hace más de 40 años se dedicaron a estudiar el verdadero significado del programa, encontraron que Papá Pitufo podría representar al demonio pues es el único que viste de rojo, aunque otras versiones hablan de su parecido con Carl Marx, lo que sustentan al observar que en la aldea todos deben realizar un trabajo específico con ausencia del dinero.
De otro lado aparece Gargamel, el archienemigo de Los Pitufos. Se trata de un monje con sotana desvencijada, que curiosamente se muestra como el villano y representa a la iglesia Católica, por no mencionar a su gato Azrael, que según las culturas judía y musulmana representa al ángel de la muerte; también significa Israel (pueblo de Dios). Todos estos antecedentes hacen que algunos se pregunten si el más reciente escándalo que involucra al zar del contrabando con la pasada campaña política del hoy presidente, es más que una coincidencia.
